Un plato originario de Castilla y León, concretamente de Palencia. Tradicional donde los haya, fue pasando de boca en boca, de provincia en provincia hasta llegar a muchísimas casas y sacar de apuros a muchas familias cuyas neveras sufrían por carencia de víveres.
Hoy en día este plato de patatas a la importancia, es enriquecido por ingrediente como el jamón, gambas, e incluso almejas, también se han ido incorporando vino, caldo y azafrán, pero antes o por lo menos en mi casa, se hacían con ingredientes muy básicos y aún así quedaban muy ricas.
Te dejo la receta de como se hace en casa.
Es importante cortar las patatas al mismo grosor y lo más acertado es a un centímetro, para q no queden ni finas, ni gruesas.
Puedes usar caldo de carne, de pollo o de verduras, y si no dispones de caldo, puedes echar agua, que es con lo que se hacía antes, en mi casa no había azafrán y echábamos un poco de colorante alimentario.
¿ Te animas hacer estas sabrosas patatas?
¿ Nos ponemos el delantal?
Ingredientes para 4 personas.
750 g de patatas
500 ml de caldo de carne o agua
100 ml de vino blanco
60 g de jamón serrano
1/2 Cebolla
2 dientes de ajo
Azafrán ( opcional)
Perejil
Huevo
Harina
Pimienta negra
Sal
Aceite
Preparación:
1-Pelamos, lavamos y cortamos la patatas a un cm de grosor aprox.
2- Les echamos una pizca de sal y otra de pimienta.
3-Las pasamos por harina y huevo.
4- Las doramos en aceite caliente, un minuto por un lado y otro minuto por el otro. Las pasamos a un plato o bandeja con papel de cocina para quitar el exceso de aceite. Las reservamos
5- Cogemos 4 cucharadas de aceite del que hemos usado para freír las patatas, las echamos en una sartén o cazuela amplia.
6- Cuando esté el aceite caliente, echamos el jamón picado, rehogamos y retiramos para reservarlo hasta el final de nuestro plato.
7- Pelamos y picamos la cebolla.
8- La echamos en la cazuela donde hemos rehogado el jamón, la sofreímos echándole una pizca de sal y la dejamos a fuego lento y tapado hasta que esté translúcida.
9- Mientras se hace la cebolla, con un mortero haremos un machijo. Ponemos en el mortero los dientes de ajo sin el germen, incorporamos unas ramitas de perejil, machacamos y agregamos el vino al mortero. ( Si tienes azafrán puedes echar al mortero unas hebras)
10- En la cazuela donde tenemos la cebolla ya traslucida, echamos una cucharadita rasa de harina, la removemos bien mezclándola con la cebolla.
11- Incorporamos a la sartén o cazuela el machijo del mortero, subimos el fuego un par de minutos dejando la cazuela destapada.
12- Agregamos el caldo o agua.
13- Una vez que el caldo empiece a hervir, colocamos las patatas sin amontonar, cuando necesitemos remover lo haremos con las asas de la cazuela.
14- Pasados entre 20 y 30 minutos probablemente ya estén hechas, pinchamos una de las patatas y comprobamos, revisamos de sal y agregamos el jamón, dejamos un minuto y ¡ A disfrutar!
Puedes servirlo con un huevo frito o escaldado y hacerlo como plato único o servir algo ligero después y hacerlo como un primero, también tienes la opción de poner unas verduras y presentarlo como segundo plato o incluso servir una o dos patatas como aperitivo, tienes muchas posibilidades con este plato.
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